Nuria Fusellas

A R T W O R K E R

Que no se puede expresar con palabras:

El inefable es habitualmente lo que no podemos expresar con palabras por que es demasiado grande, demasiado abstracto, demasiado sublime, y también en algunas ocasiones lo que dormimos en la conciencia para que no nos genera contracciones entre nuestro comportamiento y lo que se espera de nosotros, o bien nuestro comportamiento y las contradicciones éticas y morales interiores a las que nos conduce.

El inefable se manifiesta en el terreno de lo sublime, es decir, que suscita una emoción muy honda por su inmensa grandeza o belleza o por el hecho que sobrepasa la comprensión humana. Necesita otros medios para manifestarse, ya que las palabras son insuficientes: la poesía, la música, la pintura ... tienen la posibilidad de transmitir la emoción por canales directos a los sentidos.

Son recursos utilizados también ya menudo por la religión, y en concreto por la iglesia católica para hacer llegar a los creyentes el concepto inefable que es la fe: cantos, parábolas, sermones, estampitas, rezos, ,,, Sin embargo, estas herramientas son manipuladas para acompañar este acercamiento inefable que es la espiritualidad, con un mensaje subliminal concreto de comportamiento y obediencia al poder que está generando este discurso, la iglesia. Ávidos de entender el misterio de la fe, absorbe la doctrina de control.

La pintura religiosa genera toda una iconografía que nos acerca al inefable para construir nuestra conducta y conducir nuestro comportamiento en base a unos criterios éticos y morales concretos. Pero a veces se abren rendijas, en que el inefable sublime se vuelve inefable escondido: cuando Caravaggio pinta la muerte de la Virgen María con las uñas sucias está aludiendo al hecho de que era una mujer, humana, terrenal, que tuvo hijos . Este hecho podría poner en duda incluso su virginidad. En este sentido, se inefable para que esto no se puede decir, no por falta de palabras, sino por que entra en contradicción con el discurso que se quiere inculcar en base a unos objetivos concretos y definidos.

Hay grados y sentidos del comportamiento inefable en todas las personas, y que quedan en este estado por la naturaleza misma del sentimiento interno que se enlaza con determinada actitud. Meterse el dedo en la nariz, morderse las uñas de los pies, haber deseado la muerte de la pareja, no estimarse los hijos, ... quedan en el inefable por la misma naturaleza socialmente reprobable de la conducta o sentimiento. Esta práctica de supervivencia lo hemos llevado más allá y es un escudo para poder continuar viviendo y contribuyendo a un sistema de vida depredador y sin ética que engulle nuestros principios morales, lo que nos obliga a crear un escudo y vivir en el inefable. La paradoja es el aislamiento exterior pero también interior que conlleva, la contradicción en que vivimos consentidamente por el temor a la ruptura a que nos llevaría escucharnos y comenzar un nuevo modelo.

El discurso del presente proyecto  pretende aprovechar los recursos ancestrales del arte y especialmente de la pintura gótica, de carácter ilustrativo y pedagógico, para ponernos frente al espejo y propiciar un cambio en el sentido más íntimo y en consecuencia, en el cambio social hacia una actitud compasiva con el entorno natural y humano.

"Pues en una obra concluida con éxito hay masas intencionales ocultas, un verdadero mundo que revela su significado al que tiene derecho, es decir, a quien lo merece.

Se abre entonces una profundidad sin límites que borra los muros, expulsa las presencias contingentes y realiza el milagro del espacio inefable "